Reflexión de nuestro vicario parroquial D. Alfonso Peña:
En el Evangelio de hoy, 29 de octubre, Jesús se presenta ante las autoridades como un profeta.La voz del profeta siempre es incómoda. La cuestión es cómo lidiamos con esa incomodidad. ¿Pensamos que es un obstáculo o somos capaces de verla como una oportunidad? Lo más común es que no aceptemos la crítica y que no queramos salir de nuestra zona de confort. Nos cuesta confrontarnos con una verdad que deja a la vista nuestra fragilidad. Es más fácil ponernos máscaras y velos que aceptar nuestra desnudez, nuestra vulnerabilidad, nuestra imperfección. Sin embargo, la mirada profética nos ayuda a comprender de verdad lo que somos, como personas y como comunidades.