El Santísimo Cristo de Burgos, Madre de Dios de la Palma, San Juan Evangelista y María Magdalena iban sobre un mismo paso en la Semana Santa de Sevilla, a finales del siglo XIX, hasta en que en 1928, Madre de Dios de la Palma, comenzó a salir bajo palio.
Se trata de un paso perteneciente en su día al Cachorro, confeccionado con molduras rectas, con candelabros de guardabrisa, con un canasto de estilo sevillano, con varios puntos de luz que alumbraban al misterio.
Serrano retrató esta imagen que forma parte de la historia del Cristo de Burgos y como no, de la Semana Santa de Sevilla.
